16 de abril de 2016
16 DE ABRIL DEL
2016
(Un día para no olvidar jamás)

La
historia de la humanidad está llena de relatos: relatos acerca de la creación
del mundo, relatos acerca de la formación de nuevos pueblos y comunidades,
relatos acerca de la conquista a los pueblos, relatos de las independencias de
muchos pueblos. Los ratos son tan variados como las historias particulares de
sus protagonistas.
Los
relatos de la humanidad están cargados de muchas emociones: tristezas y
tragedias; victorias y éxtasis. Cada escena vivida y contemplada lleva a sus
protagonistas a producir sus propios relatos.
Hoy,
después de ocho días del terremoto que afectó principalmente a Esmeraldas y a
Manabí, vuelvo a escribir, esperando producir mi propio relato. Lo hago desde
tres realidades: alguien que vivió y vive en carne propia las consecuencias de
este fenómeno natural alguien que ha estado y estará volcado a la atención de
la comunidad y alguien que intenta fundir a la teología con los relatos de su
propio pueblo.
¡16
de abril, un día para no olvidar jamás!
_Temblor –temblor…
_Cuidado con los postes—con la carpa…
_Salgan-salgan—corran…
_Mi mamá—mis hijos…
El
terremoto que sacudió las costas ecuatorianas hace pocos días, genero estas y
otras reacciones. Algunos lo recibieron en sus hogares, otros en el estadio
(ese día jugaban los equipos de futbol de la ciudad), otros lo recibieron en
alguna fiesta-boda; otros transitando por algún rincón de Portoviejo.
El
16 de abril, marcó significativamente la vida de la ciudad Portoviejo (escribo
desde mi propia realidad territorial). Esa noche el cielo evidencio que algo
estaba pasando, la corteza terrestre se movió como nunca antes; esa noche todo
quedo en tinieblas hasta el siguiente día. Esa noche las familias de unieron
más que nunca y juntas recibieron el amanecer en vela.
Una
vez resumida la historia de aquella noche, debemos preguntarnos ¿Qué lecciones
nos deja el terremoto del 16 de abril?
Varias
son las lecciones que deseo compartir con ustedes:
1. EL SER HUMANO ES FRÁGIL,
VULNERABLE Y LIMITADO.
Existen
teologías que exaltan al súper-cristiano, al creyente que siempre está en
victoria y que jamás se siente o se muestra frágil-vulnerable y limitado. Esa
clase de teología distorsiona la realidad natural del ser humano. La verdad es
que somos frágiles-vulnerables y limitado. ¿Por qué?
Porque
todo lo que tenemos puede llegar a perderse simplemente con un movimiento de la
tierra.
Porque
en un abrir y cerrar de ojos, los años de esfuerzo y en algunos casos de
orgullos, se pierden entre los escombros de un edificio o casa.
Porque
a pesar de contar con una amplia cuenta bancaria y cupo en la tarjeta de
crédito; frente a una ciudad incomunicada, el dinero en varias horas no sirve.
Esa
fragilidad, vulnerabilidad y limitación humana deben llevarnos a reconocer que
siempre necesitaremos de Dios y que en
cierta forma también de nuestro prójimo.
2. JAMÁS ESTAREMOS PREPARADOS PARA
ENFRENTAR EL DOLOR Y LA TRAGEDIA.
La
madrugada del 17 de abril, sintonizamos como portovejenses una sola radio
(caravana). Se escuchó una frase por varias ocasiones “No estamos preparados”.
Sí,
es verdad No estamos preparados. Podemos realizar todo tipo de simulacros
y trabajar en planes de contingencia;
pero jamás estaremos preparados.
Nadie
está preparado para enfrentar el dolor y la tragedia. ¿Por qué?
Porque
nadie está preparado para ver morir a sus seres amados sorpresivamente.
Porque
nadie está preparado para ver como el esfuerzo de años de trabajo se viene
abajo.
Porque
nadie está preparado para perder su negocio y empezar nuevamente.
Si
algo debemos reconocer es que no estamos preparados para enfrentar el dolor y
la tragedia. Nos llegan sin esperarlos y cambian nuestra agenda. En ese cambio
tan rápido, será necesario aferrarnos a quien siempre nos puede acompañar en
medio del dolor y la tragedia, Dios.
3. EL DOLOR Y LA TRAGEDIA GENERAN
EN OCASIONES ACTOS DE BONDAD.
Desde
el 17 de abril, muy por la mañana la ciudad de Portoviejo y cada ciudad
afectada fueron visitadas por cientos de personas (socorristas profesionales,
trabajadores de la salud, voluntarios, etc). Cientos de carros sirvieron de
proveedores, las carreteas manabitas no cesan de ver transitar a personas que
de una u otra forma intentan ayudarnos.
En
medio del dolor y la tragedia hemos sido testigo de actos de bondad. ¿Cuáles?
Hombres
y mujeres han arriesgado sus propias vidas a fin de rescatar a otras.
Hombres
y mujeres se han sacrificado en su economía y han dado generosamente para
bendecir a personas a quienes ni siquiera conocerán.
Hombres
y mujeres han dejado la comodidad de su hogar para dormir sobre el piso y
colaborar en el voluntariado.
Relatas
cada acto de bondad sería un trabajo interminable, sólo puedo decir Gracias a
todos por su bondad.
En
medio del dolor y la tragedia, hemos podido ver que la bondad no tiene que ver
con la religión; la bondad es la respuesta de un corazón sensible en favor de
los suyos.
4. LA AGENDA PUEDE CAMBIAR DE LA
NOCHE A LA MAÑANA.
__Este es nuestro cronograma, pero lo disponemos al
criterio del Espíritu Santo.
Esta
es una frase que marca los cronogramas de las iglesias y organizaciones
evangélicas. Pues bien el Espíritu Santo nos ha cambiado la agenda y lo hizo de
la noche a la mañana.
La
última semana las energías se aquellos que formamos parte del Templo
Metropolitano Alianza han sido encausadas a servir a la comunidad. Desde la
mañana del 17 de abril hasta hoy (23 de abril) la iglesia local ha dejado a un
lado su cronograma de actividades y se ha orientado a servir y nada más
que eso.
¿Por
qué puedo decir que la agenda nos cambió de la noche a la mañana?
Porque
ahora nuestra actividad ministerial estará a contribuir a la reconstrucción
integral de Portoviejo.
Porque
ahora existen cosas más importantes que los campamentos y los retiros, el
acompañamiento diaconal.
Porque
ahora existen prioridades que cubrir como alimentación y vivienda.
La
agenda nos cambió de la noche a la mañana, ahora el desafío está en permitir
que el mismo Dios que la cambió, nos dirija a vivirla.
5. EL DOLOR Y LA TRAGEDIA NOS
LLEVAN A SER MÁS SENSIBLES AL DOLOR DE OTROS PUEBLOS.
__Esto parece de terror…
__Pensaba que esto sólo acontecía en otros países…
Frases
como estas marcaron la agenda de Portoviejo los primeros días, las personas no
creíamos que Portoviejo este desbastado. Parecía un sueño o tal vez una
pesadilla. Pero era realidad.
Lo
vívido (el dolor, las muertes, la escasez) nos deben conducir a cambiar nuestra
perspectiva acerca de otros países y sus propios dolores.
La
próxima vez que escuchemos del calvario de los refugiados sirios, seamos más
sensibles.
La
próxima vez que escuchemos de la injusticia social en la India, seamos más
sensibles.
La
próxima vez que escuchemos de la escasez en Venezuela, seamos más sensibles.
Una
vez que hemos experimentado en carne propia el dolor, la sensibilidad debe ser
una virtud que direcciones nuestro caminar.
Finalmente
deseo expresar mis profundos agradecimientos:
A
Dios por sostenernos, en medio del dolor y la tragedia.
A
los cientos de voluntarios nacionales e internacionales.
A
los cientos de donantes nacionales e internacionales.
A
todos y todas, Gracias.
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