LAS ENFERMEDADES ECLESIÁSTICAS
LAS ENFERMEDADES ECLESIÁSTICAS
(Desde el contexto del Templo Metropolitano Alianza)
Muchas
han sido las enfermedades que han acompañado a la humanidad en su transitar por
la tierra. Las enfermedades han causado dolor, sufrimiento y muerte. Esta
realidad ha llevado a los científicos y gobernantes de turno a invertir tiempo,
recursos humanos-materiales y mucho dinero para frenar-paliar los efectos que
producen varias enfermedades, tales como: el sida, el cáncer, tumores
cerebrales, enfermedades del sistema nervioso, entre otras más.

Partimos
de dos premisas:
(i) De la misma manera que como humanos jamás
estaremos exceptos de enfermarnos, la
Iglesia jamás sabrá lo que es estar libre de enfermedades. Quienes digan que su
iglesia local está libre de enfermedades, reflejan inmediatamente padecer de
una de ellas, la miopía espiritual.
(ii)
El crecimiento de la Iglesia depende del hombre, ya que somos los creyentes y
no la Trinidad quien enfrenta los efectos de las enfermedades que impiden el
avance integral de nuestras comunidades de fe.
El
presente ensayo tomará como referencial metodológico, los aportes del Dr. Fred
Smith.[1] Nos
explica algunas de las enfermedades que
impiden el crecimiento de nuestras iglesias locales. Además de los postulados
del autor en mención, se mencionarán otras posibles enfermedades.
Smith
brinda su aporte a la comprensión de la realidad y efectos de las enfermedades
eclesiásticas:
“Es simplemente una situación
que existe dentro de la iglesia local que impide tanto el desarrollo espiritual
como numérico”
Este
concepto resulta oportuno en nuestros días, debido a que se busca más el
crecimiento numérico de las iglesias locales a costa del desarrollo espiritual
en algunos contextos. De esta manera al estudiar las enfermedades
eclesiásticas, buscaremos juntos trabajar en favor de nuestras comunidades de
fe, para disfrutar de un crecimiento integral.
¿Cuál
es la base bíblica que nos presenta Smith para abordar bajo esta temática, la
realidad de nuestras iglesias?
La
figura de Cristo revelando las problemáticas-enfermedades de las iglesias en Éfeso (Ap. 2-3), y el
antídoto-remedio provisto por Él mismo a fin de su sanidad; nos ayudarán a
trabajar en el diagnóstico de las enfermedades que aquejan a nuestras iglesias
y proponer soluciones viables.
DESNUTRICIÓN O CULTURA RELIGIOSA “LITE”
En
la cultura manabita se confunde un gran plato de arroz en el almuerzo con una
buena alimentación. En muchas ocasiones se justifica esta práctica gastronómica
con una buena nutrición, cuando en realidad no están recibiendo los nutrientes
necesarios los comensales.
Encontramos
hoy en día muchas iglesias que dan la impresión de que disfrutan de un
crecimiento saludable debido a los altos números que arrogan sus informes
estadísticos y económicos; cuando en realidad sufren de una gran desnutrición o
se encuentran siendo parte simplemente de una cultura religiosa “lite”.
¿Cómo
se evidencia esta desnutrición o cultura religiosa en el Templo Metropolitano
Alianza?
a. Líderes de grupos de vida que no disfrutan de un
matrimonio y familia saludable.
b. Miembros antiguos que han pasado varias generaciones
simplemente sentados en una silla, y no ejercen ningún tipo de ministerio
dentro o fuera de la congregación.
c. Padres que no han entendido el rol indispensable que
cumplen en la vida de sus hijos.
J.
I. Packer[2], describe a la cultura religiosa “lite” como “la religión del jacuzzi”, y describe en
su libro “Los planes de Dios para su
vida” lo siguiente:
“El jacuzzi es el
símbolo perfecto del camino moderno en religión. La experiencia del jacuzzi es
sensual, relajante, mullida, tranquila, sin ninguna exigencia tanto intelectual
como de otra naturaleza, sino que muy, muy agradable, aun al punto de ser
divertida…El hombre occidental moderno se vuelca a la religión, lo que él desea
es una relación agradable, la sensación de ser al mismo tiempo calmado,
apoyado, y fortalecido sin ningún esfuerzo”
(Packer, 2004)
¿Cuál
sería la receta para el Templo Metropolitano Alianza para encontrar sanidad en
esta área?
Ubicatex,
medicina que nos llevará a tomar medidas a fin de evaluar si estamos bien
nutridos o con desnutrición.
Capacitex,
medicina que nos llevará a la búsqueda de una seria capacitación en donde
podamos aprender y desaprender.
Prioritex, medicina
que nos llevará a vivir bajo prioridades: relación con Dios, familia, iglesia…
a fin de no descuidar áreas en nuestras vidas, en la búsqueda con sueños evangelísticos
-misionológicos.
Potenciatex, medicina
que nos proyectará a dejar la comodidad en la iglesia y ser parte de la
extensión del Reino de Dios en la tierra.
KOINONITIS
Si
bien es cierto que en el libro de los Hechos se describe a una comunidad de
creyentes compartiendo su fe desde el vínculo de la comunión (koinonía), esta
buena y sana práctica cristiana se ha visto deformada en algunos contextos
eclesiásticos, debido a la exclusividad que algunos creyentes le dan a su grupo
de hermanos en la iglesia local.
Para
Smith la koinonitis aparece cuando “la iglesia local no quiere que otros,
aunque sean de su propio grupo homogéneo, traten de entrar a su círculo de
compañerismo”.
El
problema de la koinonitis, se evidencia tanto dentro de las iglesias locales,
así como en la relación con otras iglesias o denominaciones.
¿Cómo
se evidencia la koinonitis en el Templo Metropolitano Alianza?
a. Los grupos de hermanos que siempre se sientan junto a
sus compañeros de culto. No habrá nada ni nadie que les impida sentarse junto a
otro grupo de personas o en otra banca/silla.
b. Los hermanos que se identifican tanto con un predicador o
músico de una manera enferma. Tanta es su identificación/enfermedad que si por
alguna razón su predicador o músico preferido no puede asistir, tanto la
predicación como la música hicieron que el culto sea incompleto.
c. Los hermanos que se llevan muy bien con los de su
iglesia local, pero que son incapaces de participar en ciertos programas con
hermanos de otras iglesias de la misma denominación, o de otra denominación.
En
el mundo tenemos suficiente fascismo y segregación como para que dentro de la
Iglesia del Señor, excluyamos a unos y aceptemos a otros en nuestro círculo de
amigos simplemente porque son diferentes o similares a nosotros.
Blomberg[3],
promueve la inclusión dentro de la Iglesia:
“La iglesia debería
ser el lugar donde las personas que no tiene otra razón natural para
relacionarse entre sí se reúnen en amor; sin embargo, sigue siendo muchas veces
el espacio más segregado de la sociedad occidental de nuestro tiempo” (Blomberg, 2012 pág. 52)
¿Cuál
sería la receta para el Templo Metropolitano Alianza para encontrar sanidad en
esta área?
Arrepentex,
medicina que nos llevará a reconocer
nuestro pecado en esta área.
Unitex,
medicina que nos llevará a recordar que
somos parte de un mismo pueblo, comprados a precio de sangre por un mismo
Salvador. Somos hermanos, lo hermanos saludables no excluyen a sus hermanos,
los acogen.
Madurex,
medicina que nos permitirá avanzar de los rudimentos básicos de la fe (los
grupitos) a la unión como hermanos en la construcción de proyectos que bendigan
a toda la sociedad.
LA CEGUERA SOCIAL
Esta
es una enfermedad que ha llevado a la
Iglesia en América Latina a limitar su campo de acción. Si otros piensan o
entienden las cosas de otra manera, simplemente se ha optado por la decisión
más básica, el aislamiento. Esta ceguera social, es descrita por Smith ha
llevado a varios hermanos iglesia a “no quieren abrirse a gente nueva – a menos
que esa gente son como ellos”
Es
doloroso saber que aún la Iglesia sufra de esta enfermedad. Acaso no han
bastado los ejemplos de hombres y mujeres a lo largo de la historia de la
Iglesia que decidieron incomodarse, aceptar las diferencias de otros y disponerse
bendecir sus vidas.
¿Cómo
se evidencia la ceguera espiritual en el Templo Metropolitano Alianza?
a. Se sabe que en la provincia existen muchos niños que
esperan ser adoptados, pero debido a los prejuicios (cómo vendrá el niño), se
opta por renunciar a la adopción.
b. Se anuncia con anticipación de un programa en conjunto
con las iglesias de la ciudad y no tenemos representación numérica, a pesar de
ser la iglesia local con más membresía y asistencia en la ciudad de Portoviejo.
c. Se sigue discutiendo sobre qué versión de la Biblia es
la más acercada a la voz divina, cuando se sabe que jamás ese tema encontrará
unidad de pensamiento entre los evangélicos. Se pierde tiempo cuando hay temas
más importantes: mientras discutimos por la versión de la Biblia que se leerá
desde el púlpito, muchos mueren si escuchar de Jesús, el Jesús del que todas
las versiones de la Biblia hablan por igual.
d. Se hace ministerio desde una eclesiología
adultocentrista. Los niños y adolescentes aún no reciben la atención que
merecen.
No
será fácil dejar de esta ceguera espiritual, seremos llamados a ver nuevas
cosas desde la perspectiva divina. Algunos de los cambios nos incomodarán,
debido a construcciones tan antiguas como nuestra fe.
Ajith
Fernando[4],
explica el costo de buscar mirar claramente:
“Algunos de los
grandes adelantos cristianos se llevan a cabo, no en las reuniones de
estrategia de nuestras salas de juntas con aire acondicionado, sino en las
difíciles e incómodas situaciones donde nos lleva nuestro amor por las
personas” (Fernando, 2012 pág. 352)
¿Cuál
sería la receta para el Templo Metropolitano Alianza para encontrar sanidad en
esta área?
Corilitex,
medicina que nos llevará a ver como Dios lo hace. No basado en lo físico, ni en
lo institucional; sino basado en la gracia y el amor.
Sensibilitez,
medicina que nos permitirá ser como Jesús: llorar por el dolor de otros y
acompañarles más allá de quienes sean y que hagan.
EL TRADICIONALISMO
¡Cuán
dañino para el avance del Reino es esta enfermedad!
En
estos días conocí a un pastor de cierta denominación que está tan empeñado en
su lucha por guardar la “sana doctrina” de la iglesia que preside. No dudo de
su intención, pero sí veo en él un gran problema “ver los cambios que algunas iglesias locales vienen realizando como
una señal de que esas iglesias han dejado la sana doctrina”.
Para
Smith el Tradicionalismo se da “cuando el pasado interrumpe el presente
impidiendo los cambios necesarios a fin de progresar”.
¿Cuáles
serían los ejemplos de prácticas tradicionalistas que impiden al Templo
Metropolitano Alianza progresar?
a. La concepción de cómo debe vestirse el pastor. Por
ejemplo, el uso de la corbata y ropa de vestir como elemento obligatorio en la
predicación. ¿Predicaba el Señor Jesús con corbata?
b. El uso de la versión de la Biblia. Algunos hermanos
luchan abiertamente y agresivamente en contra del uso de versiones modernas. En
alguna ocasión un hermano relativamente joven me dijo: “cuando leen otra
versión que no sea la RVR 1960 me bloqueó, ya no recibo palabra de Dios”. ¿Dios
en realidad puede ser limitado en su revelación por el uso de una versión
determinada de la Biblia?
Smith
cita a Myron Rush, para ilustrar este
tema:
“Todas las
organizaciones humanas [incluyendo las iglesias locales] a la postre se extinguen.
Su desaparición se debe a su incapacidad para mantenerse con la suficiente
flexibilidad para hacer frente a las necesidades de una sociedad cambiante.” (Rush, Liderazgo. 1985:33)
Se
nos llama a dar pasos firmes en el avance de la iglesia del Señor. Si Lutero,
Calvino, los Wesley no hubieran roto con ciertas prácticas tradicionales de sus
épocas, la Iglesia no habría avanzado como lo ha hecho.
¿Cuál
sería la receta para el Templo Metropolitano Alianza para encontrar sanidad en
esta área?
a. Confiatex, esta medicina nos
permitirá reconocer que el destino de la Iglesia no depende de nosotros al
final de la historia. Jesús dijo que ni el Hades, prevalecería sobre la
Iglesia.
b. Recordotex, tanto en el Nuevo Testamento como en la historia de la
Iglesia se produjeron cambios desde el tradicionalismo. Hoy vemos esos cambios
y reconocemos que fueron necesarios, es nuestra responsabilidad aportar en los
cambios.
PODERCITIS
Esta
última enfermedad en ser analizada, por estar en este punto, no significa que
sea menos dañina; cada una de las enfermedades tratadas en este espacio son
lacerantes para el normal crecimiento de la Iglesia del Señor.
El
podercitis, según Smith se da “cuando un
líder, una persona “de influencia,” o el pastor mismo no quiere ceder su
autoridad ni compartirlo con otros, que sean laicos o pastores jóvenes”.
Esta
es una realidad muy antigua en nuestra América Latina. Hombres y mujeres que
una vez que han asumido el poder y en algunos casos absoluto, harán lo que esté
a su alcance y más, para no ceder o perder poder.
Uno
de los peligros que enfrentan las iglesias en Portoviejo en su mayoría, es el
podercitis. ¿Por qué? Porque muchas las congregaciones en donde el pastor/líder
toma desiciones autoritarias, sin cuerpo administrativo, un equipo pastoral o
ministerial.
Hace
unos años atrás, el pastor que presidió esta iglesia local por más de 25 años,
cayó en el pecado de autoritarismo que va de la mano con el podercitis. No
había nadie que escuchará de sus labios
un “lo siento, me equivoque”.
Aquellos
años de experiencia dolorosa, nos formaron como iglesia. Hoy somos parte de una
iglesia con un equipo pastoral –ministerial-diaconal, en donde nadie
independiente de los demás.
En
este punto, y desde mi experiencia como miembros de esta iglesia, y desde luego
ahora como pastor de la misma, puedo decir que No sufrimos de podercitis.
Tenemos
la dicha de trabajar en equipo y de rendir cuentas. Cito a Navajo[5] en
este punto:
“La cave de la
efectividad no consiste en hacer uno mismo el trabajo, sino en reconocer a la
persona apropiada para hacerlo” (Navajo,
2011 pp. 228).
Hemos
aprendido que el poder absoluto, no es saludable.
¿Cómo
se curó esta enfermedad en el Templo Metropolitano Alianza?
a. Tuvimos los pastores y líderes la oportunidad de salir.
El conocer oros criterios y propuestas nos lleva a ser humildes, reconociendo
que siempre hay algo que no sabemos y existen muchos que nos llevan ventajas.
El no salir prepararse limita el campo de perspectiva ministerial.
b. Hemos aprendido a relacionarnos. Ha sido una bendición
ceder el púlpito a hombres y mujeres que son serios y que se han preparado
integralmente más que nosotros. Relacionarnos nos ha permitido establecer lasos
ministeriales, elaboración de varios proyectos.
c. Los pastores de esta iglesia contamos con la dicha de
ser parte más que de un equipo pastora, de un grupo de amigos. Peleamos, sí, no
estamos jamás de acuerdo en todo; pero hemos aprendido a disfrutar de nuestra
amistad. Siento mucho dolor por aquellos que no tienen esta dicha.
Creo
que los pastores/líderes que caen en el podercitis, no han decidido o no han
podido: salir y conocer otras realidades y personas; relacionarse y tener
amigos.
Como
dije al inicio de este trabajo tengo en mente varias enfermedades que deseo
mencionar, esperando en algún otro momento puedan ser analizadas desde la
realidad de nuestras iglesias latinas. ¿Cuáles son?
(i) La ignorancia
ilustrada. Esta enfermedad nos hace creer que como ya hemos estudiado un
poco de esto y de lo otro, ya no tenemos nada que revisar en nuestras vidas.
(ii) El dualismo
evangélico. Esta enfermedad nos lleva a creer que ciertas áreas de la vida
son espirituales y otras son carnales.
(iii) La prejuicitis. Esta enfermedad nos lleva a decir y pensar cualquiera
cosa sobre una persona, sin antes haberla conocido.
(iv) La ironisitis.
Esta enfermedad nos lleva a condenar ciertas prácticas en la sociedad, y a la vez practicarlas en la iglesia local.
Para
finalizar deseo dejar las palabras de Jesús como medicina que previene, y que
no falla contra las enfermedades que afectan a la Iglesia. Sus palabras pueden
curar nuestras congregaciones si las ponemos en práctica:
“Ama al Señor tu Dios
con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas…Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
Mr. 12:30-31 NVI
El
amor será el medicamento más accesible y perdurable, para que nuestras iglesias
dejen de enfermarse tanto y puedan ser saludables.
Elaborador
por Alexander Zambrano Macías
Portoviejo-Ecuador
25
de noviembre de 2016
15:14
[1]
Los datos provistos por el Dr.
Smith surgen de las clases dictadas en Portoviejo-Ecuador, en el Programa de
Maestría en Pastoral Urbana de la Facultad Teológica Latinoamericana, durante
los días 14 al 19 de noviembre de 2016.
[2] J. I. Packer, Los Planes de Dios para
su vida, Libros Pataos. Miami-Florida-EEUU-2004, 266 pp.
[3]
Craig L. Blomberg, Comentarios
Bíblicos con Aplicación (NVI): 1 Corintios, Editorial Vida.
Miami-Florida-EEUU-2012, 412 pp.
[4] Ajith Fernando, Comentarios Bíblicos
con Aplicación (NVI): Hechos, Editorial Vida. Miami-Florida-EEUU-2012, 680 pp.
[5]
José Luis Navajo, Una Cruz en el
Desierto, Grupo Nelson. USA-2011, 245 pp.
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