RETOS EDUCACIONALES PARA LA EDUCACIÓN TEOLÓGICA ALIANCISTA



RETOS EDUCACIONALES PARA LA EDUCACIÓN TEOLÓGICA ALIANCISTA
(Definiciones y Desafíos desde la experiencia de GATE 2015
“El profesor de teología tiene que aprender a ser teólogo y educador a la vez” Bob
En los últimos años la educación en el Ecuador ha sufrido cambios considerables, esto desde la realidad de los centros de atención inicial hasta la realidad del campo de educación superior. Cada cambio parte del análisis realista del contexto educativo nacional, los mismos que han llevado al actual gobierno a importantes retos educacionales.
Los retos educacionales para las autoridades que rigen la educación nacional, les han llevado a: buscar homologación académica en el territorio nacional, evaluar permanentemente a los educadores nacionales, fortalecer los sistemas de acreditación nacional, construir mejores centros de estudios, incluir a todas las clases sociales a la posibilidad de participar de una educación universitaria, entre otros temas.
La mención de los cambios llevados a cabo por el gobierno actual, no significa que estos hayan sido perfectos, peor aún que estos hayan terminado; lo que se intenta dar a entender al lector desde este espacio, es que “la educación para los gobiernos de Latinoamérica presenta serios retos educacionales”.
Los restos educacionales al ser materia de estudio y gestores de cambio en la educación ecuatoriana, invaden terreno evangélico de una u otra manera. Cuando esto sucede ¿Cómo respondemos como educadores cristianos? ¿Somos conscientes de que existen retos educacionales en nuestra tarea de la docencia teológica? ¿Estamos listos para emprender el gran viaje que incluyen cada reto en materia de educación teológica?
Actualmente la Alianza Cristiana y Misionera, ha dado pasos importantes en materia de educación teológica: el nacimiento del Instituto Tecnológico Alianza, el fortalecimiento funcional y administrativo de sus dos campus, el acercamiento a las realidades, la implementación de programas y especialidades ministeriales, la vinculación con otras agencias de desarrollo comunitario.
Todo lo anterior, es alentador y nos habla de una realidad administrativa que intenta mejorar los procesos académicos actuales; sin embargo, ¿Qué sucede en cada una de las aulas de nuestro Seminario? ¿Somos conscientes los maestros que semana a semana impartimos clases a los seminaristas, de los restos educacionales implícitos en nuestra labor?
Desde la experiencia de tres días de estudio intensivo, frente a profesionales en materia de educación teológica, comparto algunos Restos Educacionales para la Educación Teológica Aliancista:
Perspectiva Bíblica: Cómo cambia la Biblia a nuestros estudiantes.
¿Por qué enseñamos lo que enseñamos? ¿Cuál es la meta que tenemos al enseñar? ¿Cuál es el propósito de la enseñanza?
Todos estaremos de acuerdo en que la transformación de la educación es importante; pero no podemos dejar a un lado un principio aún vital para cumplir con esta meta: “Transformar la vida de nuestros estudiantes”, y el mejor de los recursos existentes es la Palabra de Dios.
¿Cómo transforma la Palabra de Dios la vida de nuestros estudiantes? Lo hace a partir de:
a. La relevancia y pertinencia que tenga la Palabra para la vida del educador.
b. Los énfasis bíblicos realizados por el educador en cada jornada.
c. La utilización de las herramientas usadas por el Señor Jesús en sus enseñanzas.
Gracias debemos dar a Dios, por los recursos ministeriales existentes en la actualidad, los mismos que permiten que nuestra labor como educadores cristianos sea más eficaz; sin embargo, nada más eficaz que la Palabra de Dios para transformar la vida del educando, ella es el recurso inagotable de sabiduría.
¿Es relevante la Palabra de Dios para los educadores de la Alianza en el Ecuador? ¿Nuestros énfasis están más orientados a los conceptos de ciertos autores o a los principios bíblicos? ¿Sabemos  de la existencia de herramientas usadas por Jesús en el ministerio de la enseñanza?
¿Está cambiando la Biblia a nuestros estudiantes, a través de nuestras influencia?
Perspectiva Humana: Cómo vemos a nuestros estudiantes.
¿Cómo vemos a nuestros estudiantes? ¿Conocemos realmente a nuestros estudiantes? ¿Somos conscientes de los retos políticos, sociales, económicos, sociales que experimentan y experimentarán nuestros alumnos? ¿Creemos que ellos pueden aportar algo a la materia que por años hemos venido impartiendo?
Más allá de la posición del educador que lea este ensayo, la realidad es que existen ciertos principios que no podemos ignorar en la labor que se nos ha asignada, pues la consecuencias serían lamentables, ¿Cuáles son estos principios?
a. Todo estudiante ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.
Esta realidad nos lleva mirar de la forma en la que Dios mira a cada ser humano, Su Palabra lo revela:
“Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios…” Génesis 1:27
Más allá del trasfondo familiar de los estudiantes, más allá de sus limitaciones  o debilidades; cada uno de ellos, tiene una distinción muy importante: “Ha sido creado a imagen de Dios” y esto tiene implicaciones eternas.
b. Todo estudiante posee una capacidad cerebral impresionante, otorgada por Dios.
Esta realidad nos lleva a esperar de los estudiantes mucho más de lo que solemos esperar. Basados en el ciclo del aprendizaje de Elmers, podemos decir que:
Todo estudiante, a nivel cerebral está dotado para experimentar un ciclo de aprendizaje: (i) Memoria, (ii) Memoria con valoración, (iii) Memoria con especulación, (iv) Memoria con aplicación, y (v) Memoria con integración. (Muriel Elmer)
Este ciclo del aprendizaje nos desafía a los educadores a guiar a los alumnos en cada una de estas etapas; permitiéndoles que su encuentro con el conocimiento no quede en la tradicional memorización sin análisis  y valoración; en cambio se nos propone acompañarlos por todo el ciclo del aprendizaje (desde la memoria  como experiencia hasta la memoria como aplicación).
¿Estamos cumpliendo con estas normas elementales en el proceso educativo en nuestros contextos locales?
Perspectiva Técnica: Cómo nos acercamos a nuestros estudiantes.
“El maestro tiene que saber lo que va a enseñar…El conocimiento imperfecto se reflejará en la enseñanza imperfecta” (John Milton Gregory)
Siguiendo el pensamiento de John Milton Gregory, deberíamos analizar nuestro aporte al proceso académico y preguntarnos ¿Realmente estoy preparado para enseñar lo que enseño? ¿Tengo objetivos claros para mi clase? ¿Me sirvo de herramientas, técnicas y recursos vigentes para enriquecer la clase?
Comparto un modelo de planeación, aprendido desde la experiencia del GATE 2015:
Nuestros resultados de formación reflejan nuestros planes de formación (Jane Vella)
La autora en mención propone siete pasos para cada planeación (planificación de clase), estos son:
1. Quién: Los participantes y líderes (Los alumnos que tendré).
2. Por qué: La ocasión de formación (El tema que nos reúne).
3. Cuándo: El marco temporal (Cuánto tiempo tengo para la clase).
4. Dónde: El contexto físico (El espacio del que dispongo para impartir la clase).
5. Qué: El conocimiento, habilidades y actividades al enseñar (Qué enseñaré y que herramientas usaré).
6. Para qué: Objetivos basados en el logro (Qué espero que hagan mis estudiantes, al finalizar la clase)
7. Cómo: Actividades y recursos del aprendizaje: (Qué haré junto a los alumnos para alcanzar la comprensión y aplicación del conocimiento transmitido).
Mucho es lo que se pude decir y compartir desde la experiencia de una jornada de definiciones y desafíos para la educación teológica. Pero basta con lo expresado en esta ocasión. Pero no quisiera cerrar este espacio, sin destacar la importancia de no desmayar ni desmotivarnos ante los desafíos actuales en el campo de la educación teológica; debemos recordar que toda empresa buena en la vida, merece nuestro esfuerzo y valentía.
Me despido con un pensamiento extraído del libro “Mata a tu león”
"El temor es la primera de las razones que hacen abandonar, darse por vencido, al hombre. Hace falta perseverancia, porque nada que  valga la pena llega sin algún tipo de lucha. Hace falta sagacidad, porque la mayoría de los hombres que no han dejado de ser muchachos entran en el mundo con una ingenuidad pueril, ignoran que hay leones, no consiguen alcanzar sus sueños y entonces culpan al mundo o a Dios, cuando en realidad simplemente están empeñándose en que la vida les permita seguir siendo novatos perpetuos" (John Eldredge)
Pr. Alexander Zambrano Macías
2015-06-03










[1] Las aportaciones de este ensayo surgen en el contexto de un entrenamiento de tres días (01 al 03 de mayo 2015), desde las instalaciones del SEMISUD, bajo la tutoría de los Doctores Johanna F. Soberano (Tailandia) y Bob W. Ferris (USA).

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