¿QUÉ ME LLEVO DE CHILE? Vacaciones 2016
¿QUÉ ME LLEVO DE CHILE?
Vacaciones 2016

Ubicándome en la línea de pensamiento propuesta “Las vacaciones son una posibilidad y algo
necesario en la vida de los creyentes” paso a responder a una pregunta que
me hizo nuestra anfitriona[1]
antes de mí despedida de Chile: ¿Qué te llevas de Chile?
¿Qué me llevo de Chile? Me llevó varias lecciones de
vida, las mismas que deseo compartir con mis lectores, a fin de que sus prácticas de vida sean más
parecidas al anhelo del corazón de nuestro Supremo Maestro: “Yo he venido para que tengan vida, y la
tengan en abundancia” Jn. 10:10 b.
De mi paso por Chile me llevó las siguientes
lecciones de vidas:
Las promesas
deben ser cumplidas.
Hace diez años mi hermana junto a su familia
emigraron a Chile, con la esperanza de progresar en todas las áreas de su vida
(Gracias a Dios lo están consiguiendo). Años después nació uno de mis sobrinos
(Ariel). Por años mis hijos y esposa deseaban visitar a su familia en este país
del sur de América.
Años tras año, mis hijos me hacían una petición que
era sentido como un reclamo: ¡Papá
queremos ir a Chile! ¿Cuándo vamos? …Año tras año escuchaban la siguiente
respuesta de parte mía: ¡Algún día
iremos!
Las promesas deben ser cumplidas, y si para ello
debemos realizar algún tipo de ajustes en nuestros presupuestos o en nuestras
agendas, vale la pena.
En esa línea de pensamiento, ahorramos durante tres
años junto a mi esposa para poder cumplir el sueño de nuestros hijos, que en
realidad también era el nuestro. Gracias a Dios pudimos ahorrar y disfrutar de
unas hermosas vacaciones familiares.
¿Qué tiene esta experiencia vacacional familiar para
la realidad de mis lectores?
a. Somos responsables del valor que le damos a las
promesas que realizamos. Podemos olvidarnos al prometer, pero quienes reciben
nuestras promesas jamás lo olvidarán.
b. Cuando prometamos a nuestra esposa o hijos cierto
paseo, visita o viaje; no demoremos en llevarlo a la práctica. Si somos capaces
de cumplir las pequeñas o grandes promesa del presente, será más fácil que
ellos confíen en nuestras promesas del futuro.
Mis hijos recibieron el cumplimiento de una promesa
en el pasado/presente (viajar a Chile), hoy esperan con ansias su próxima
promesa tres años más adelante (viajar a USA).
c. Cuando prometas visitar, orar por alguien. No
demores em cumplir tu palabra. El valor de tu promesa es fundamental en la
construcción de saludables relaciones interpersonales.
El ministerio
marcha hacia adelante, desde el trabajo en equipo.
Justo en los días en los que mis vacaciones
familiares se llevan a cabo, me encuentro con varios eventos por organizar
(Escuela Bíblica de Vacaciones, Diplomado en Historia de Israel, Clausura de
Oansa, Campaña de Semana Santa infantil).
Los boletos aéreos fueron comprados con varios meses
de anticipación y frente a todas estas responsabilidades, llegué a un punto en
donde no sabía si era saludable viajar. Tuve que aprender que Dios tiene el
control y que el trabajo ministerial no depende de una persona por muy dotada que
esta sea; el trabajo ministerial es exitoso cuando existen varios miembros en
un equipo de trabajo.
¡Gracias doy a cada uno de estos hombres y mujeres
que han trabajado en equipo! ¡Dios bendiga sus vidas!
¿Qué tiene que ver esta experiencia ministerial con
la realidad de mis lectores?
a. No dejes de disfrutar de las cosas y experiencias
lindas de la vida, por creer que eres indispensable; nadie lo es. El ministerio
sigue adelante con o sin nuestra existencia.
b. Busca crear siempre un grupo de trabajo. Esto
implicará confiar en sus desiciones. Recuerda que cuando delegamos responsabilidad,
delegamos también autoridad.
¡Gracias a Dios por los equipos de trabajo!
Es posible
contemplar a Dios, tras la puerta del edificio de la iglesia local.
En ocasiones hemos creído erróneamente que Dios es
posible de contemplar sólo desde las cuatro paredes de nuestra iglesia local.
Esta comprensión nos limita en la contemplación de un Dios que trabaja en todas
las realidades y circunstancias.
Pude en mi viaje a Chile disfrutar y contemplar la
obra de Dios desde varias realidades:
(i) Pude contemplar a Dios a través de la generosidad,
servicio y dedicación de mis anfitriones.
Desde el primer día en estas tierras sureñas, junto
a mi familia he sido tratado extraordinariamente. El trato de mis anfitriones
se ha constituido en una oportunidad para ver la mano de Dios. Cada comida
(asados, peruana, chilena, mexicana, ecuatoriana); cada paseo a ciertas
ciudades (Santiago, Rancagua, Villarrica, Pucón, Chillán); cada salida (al
Moll, a los bolos, a los zoológicos, al parque de diversiones).
¿Cómo dudar de Dios? ¿Cómo no creer que Él actúe a
través de las personas, más allá de su creencia religiosa?
(ii) Pude contemplar a Dios desde la atractiva geografía
chilena.
Tuve la oportunidad de disfrutar del contraste del
frio Chileno (me bañe en termas frente al volcán Villarrica), Tuve la dicha de
conocer animales y plantas que jamás creí llegar a conocer (cocodrilos,
canguros, pingüinos, lobos, camellos). Disfrute de transitar por una metrópoli
como Santiago y también por una ciudad tranquila como Pucón. Me bañe en un lago
frío.
¿Qué tiene que ver esta experiencia turística con la
realidad de mis lectores?
a. Debes estar dispuesto a contemplar a Dios fuera de
tu estructura religiosa. Cada oportunidad que tengas para conocer otros
lugares, será una puerta abierta para conocer más acerca de Dios y su
creatividad.
b. Conocer otras ciudades y a otras personas abre
nuestra mente. Nos permita reconocer que siempre existe algo que no conocemos.
Dedico esta publicación a Danny Mendoza (tu
generosidad es grandiosa), a Gaby y Ariel (simplemente gracias hermana), a
Albanio, Jahaira, sus hijas y a la señora Gloria.
Ustedes hicieron que estas vacaciones fueran
especiales para mi familia.
¡Gracias! ¡Mil gracias!
Pr. Alexander Zambrano Macías
Rancagua-Chile
22 de marzo de 2016
23:07
[1]
Gabriela Zambrano.
Reconozco profundamente su entrega y disposición para hacernos sentir en todo
momento como en casa. Bueno diría mejor, pues en casa no solemos comer tanto,
como lo hemos hecho durante estos días en Chile.
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