“FUNDAMENTOS DE LA BIBLIA”
"Un
poco de conocimiento genera conciencia de una gran ignorancia"
Kim Nasmyth
Esta frase expresa la realidad de
miles de hombres y mujeres que han descubierto en el conocimiento, un pozo
profundo, un pozo del que beben cada vez que están sedientos por descubrir algo
más. Cada trago de aquel pozo les muestra que su sed jamás se saciará.
Todo lo contrario sucede entre
aquellos que no conocen aquel pozo, aquellos que no han descubierto la dicha
que implica beber del pozo inmenso del conocimiento. Algunos morirán engañados,
creyendo que ese pozo no existe o bien que no es necesario para sus vidas.
En este pozo del conocimiento
existen muchas vertientes que contribuyen a la riqueza de esta fuente del
conocimiento. Una de aquellas vertientes, son los “Fundamentos de la Biblia”.
Conocer y descubrir los “Fundamentos de la Biblia” nos permite
tomar conciencia de varias realidades:
Considerar
a la Biblia como lo que es: Palabra de
Dios y literatura a la vez.
Al partir de esta premisa podemos
disfrutar de la riqueza literaria de la
Biblia, esto nos permite acercarnos a ella de la manera correcta y con la actitud
correcta. Acercarse a la Biblia sin reverencia, relegando sus verdades eternas,
es irreverente; pero también lo es, el acercarse a ella, ignorando el
revestimiento social en el que fue escrita e inspirada.
Es preciso mencionar el siguiente
pensamiento, que resume la realidad de algunos seudo-estudiosos de la Biblia:
“Es peligrosa la actitud de los que
quieren leer en la Biblia solamente lo que ellos llevan en la cabeza”
Considerar
el contexto en el que surge la Biblia: Contexto Social-Cultural;
Religioso/Litúrgico; Económico/Político.
Al estudiar la Biblia ya sea de
manera devocional o como mera investigación, debemos hacerlo conscientes del
contexto en el que surgen cada uno de sus libros. Existe un viaje al pasado que
no podemos obviar; es necesario, aunque resulte incómodo o tedioso. Si deseamos
acercarnos con mayor exactitud a lo que quisieron decir los autores originales
y descubrir cómo lo pudieron haber recibido los oyentes originales; el camino
al pasado es fundamental.
Muchas veces decimos que un
predicador que usa un texto sin apoyarse en el contexto, convierte su
exposición en un pretexto. Pero, ¿Cuántas veces no hemos caído en el error de
abrir la Biblia y aplicarla a nuestras vidas, sin viajar primero al pasado?
¡Esto también es un pretexto!
Considerar
la composición de la Biblia: Cómo llegaron
a constituirse cada uno de sus libros como inspirados.
Hemos aprendido que la Biblia es
una “Biblioteca”, porque está
constituida por varios libros. Por esto y más se nos insta a que descubramos en
las páginas de la historia cómo fue que cada uno de los libros que hoy leemos
como Palabra de Dios se abrió paso en medio de la producción de otros escritos.
Como estudiantes o como lectores de
la Biblia debemos empezar a incursionar en el ámbito de la “Teología Bíblica”, esta rama de la Teología nos permitirá
descubrir cómo cada uno de los libros de nació y qué les hace únicos en su
aporte singular a lo que hoy llamamos “Escrituras”.
Considerar
lo que la Biblia tiene que decir: cómo aporta a
la realidad actual de millones se seres humanos de diferentes culturas e
idiomas.
Una vez que conocemos lo que la
Biblia es y cómo fue constituida; podemos pasar la siguiente etapa, tal vez, la
más difícil: Debemos descubrir qué tiene que decirle un libro escrito hace
miles de años en un contexto y geografía diferente a personas con pensamientos
y realidades en evolución.
El estudio de la Biblia debe
llevarnos a buscar en ella un mensaje profético
e inspirado por Dios para nuestra sociedad. Esferas existen, por
ejemplo:
¿Qué tiene que decirle la Biblia a
un hijo que nunca ha sabido lo que significa ser amado por su padre terrenal?
¿Qué tiene que decirle la Biblia a
parejas que buscan a toda costa concebir un hijo, pero no cumple su cometido?
¿Qué tiene que decirle la Biblia a
un hombre que fue abusado en su infancia, por uno de sus familiares?
“Los
fundamentos de la Biblia” deben llevarnos a construir los fundamentos de la
sociedad. Como creyentes se nos insta en la Palabra a ser la base moral y
social de esta sociedad: “…es la iglesia
del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad” 1 Ti. 3:15
Pr. Alexander Zambrano Macías
Portoviejo, 2015-04-17
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